Nuevamente, hoy les traigo a coalición el tremendo trabajo de Joseph Cádiz. Este artistazo de 38 años y nacido en Aguadilla, Puerto Rico, trabaja figuras llenas de vida. Formas orgánicas voluptuosas que dan el sentido de fertilidad. Su estilo Abstracto-Figurativo es muy diferente. No es justo decir que, de todos los súper artistas que habitan a COA, Joseph sobresale, pero ya es muy tarde. Ya lo dije. Sus piezas obligan a detenerse y analizar lo que plasmó. Con el arte abstracto, uno se corre el riesgo de sobre-analizar la pieza, pero eso es perfecto, pues lo que se analiza no es la pieza sino la psiquis propia. Como persona, el muy humilde artista permite que su alrededor le dicte lo que sus manos plasman. Ese talento extraordinario, fue lo que me llevó a mostrarlo aquí hoy.
Yo: Joseph, eres pintor, escultor y escritor.¿Alguna vez has mezclado todas las disciplinas a la misma vez?
Joseph: No (los medios). Los temas (de sus piezas) si.
Yo: ¿Cuál es la temática que más desarrollas en tus piezas?
Joseph: La sexualidad como base de la conciencia de la vida. Este tema muy bien lo defino como el punto de partida para las actuaciones sociales como lo es para la religión y la política. La sexualidad en vez de ser un tercer elemento de estos dos se convierte en la base que las desarrolla, en la que actúan fundamentalmente. Por ejemplo imagínate una religión sin prejuicios sexuales. O una política que se alimenta de la moral de los prejuicios sexuales. Por ser la base del conflicto es lo que trato en la mayoría de las pintura. Es un poco menos sencillo de lo que lo explico, pero como dirían los viejos de antes "pa muestra, un botón"
Yo: ¿Hay algún momento del día/semana/mes/año donde te sientes más creativo que en otros y creas con mayor facilidad estos temas?
Joseph: Escribo,pinto, desarrollo mi jardín, esculpo, le echo maíz a las gallinas y patos, a los peces los alimento, a los gatos, todo esto todo los días. El arte lo practico como forma de aliento. Es lo que me saca del desasosiego. La terapia que me deja respirar para no volverme loco, tratando no dejarme encajar en los patrones morales (como en el cuento del rey que se tomó el agua envenenada para que pudiera ser igual a su pueblo y ser loco como ellos). El arte es mi antídoto. No deja que el veneno, en el que la mayoría de los puertorriqueños andan hoy día, me convierta en un producto de la vanidad. Es mi pastilla de todos los días.
Yo: Leí en COA tu extensa trayectoria, ¿Puedes decirnos cuales tres han sido los momentos más significativo en tu carrera? ¿Por qué?
Joseph: Desde los seis años llevo el arte. ¿Cómo? Pues con mi padre, que Dios lo tenga en la Gloria. El tenía un taller de joyería. Yo salía de la elemental al medio día, y como quedaba a sólo a unas cuadras, iba a pulir prendas. Aprendí el proceso completo de trabajar la Orfebrería. Desde la fundición y la preparación, hasta la creación de la pieza. Trabajé el oro y la plata. Vendí muy bien una colección de cruces. (A mucha gente le gusta tener una crucecita enganchada en el cuello). Yo hubiese preferido vender otra cosa, pero eso es parte de como uno a veces se prostituye. También como parte del proceso empecé a pintar, buscando de otras expresiones artísticas. He participado en infinidad de exhibiciones. Recuerdo la de Nueva York en el Departamento de Estado. Era un grupo de Puertorriqueños llamado...bueno, no me acuerdo. Sé que eso terminó en el momento en que estaba yo detrás de una pared casualmente (sin ninguna mala intención), y escuché al director del colectivo hablar muy mal de mi pieza. El entendía que mi pieza era casi demoníaca. Mientras vendía su Flamboyán típico con su casita y las vaquitas al estilo Primitivo (creo que unos niños fueron quienes desarrollaron esa pieza, de los que viven cerquita mí, aquí en el país de las hadas). Esa experiencia se ha repetido dondequiera que me he parado. En las galerías han habido galeristas que me dejan con la pieza en la mano y ni unos buenos días. Hay quién se ha atrevido a decirme que estudie arte, hay quienes me han preguntado que si creo en Dios y los que me preguntan sobre importantes exhibiciones. He estado en centros culturales. El problema de estos Centros, que no son diferentes a los museos en Puerto Encanto, es que son Centros para Políticos. Estos indivíduos de la política poco pueden apreciar y saber cómo llevar un tema cultural del nivel del arte moderno. A menos que sea del Flamboyán.
En Guayama exhibí una vez un tema para el cual hice una entrevista en Oasis de Amor a un enfermo de HIV. A la persona que entrevisté (para aquel entonces yo tenia 18 años y no había medicamentos como ahora) le indagué sobre cómo era su mundo en el arte desde su circunstancia. La revista se publicó con el tema en la portada que titulé Sida y Arte. Ya sabrás el resto de la historia. Pero para hacer el cuento corto, yo había ido a las Vistas Públicas donde se protestaba por el establecimiento de una fábrica de carbón en Guayama. El alcalde, que para él era motivo de orgullo su Centro de Bellas Artes, aprovechaba las exhibiciones para propaganda política. No era que hablaba con el público en el interín de la actividad, se paraba en la tarima a hablar de sus obras. Lo dejé que hablara. La sorpresa era mía. Yo estaba con un pantalón y camisa transparente, maquillado al estilo andrógeno. y lo que venía después de la exhibición, la sorpresa, era un travesti lleno de plumas (el cual cuando terminó y se quitó la peluca de plumas azules, fabulosa por demás, tenía el cuero rapado y pegado con rhinestones) interpretando la canción de Mecano sobre el tema de la entrevista y la exhibición. Aproveché para sacarle unas fotos cándidas al Alcalde y su reacción. El no sabía que hacer, seguía hablando como los locos y yo mas fotos. Habían mas de 200 personas. Todos se reían de la crítica que le hacía al Alcalde. Cuando terminó, yo en mi discurso corto, lo que le dije al público empezando fue que mi exhibición y ninguna otra exhibición se debía prestar para propaganda política (que no fuera del artista) y que lo de la fábrica de carbón [el alcalde] había mentido porque yo estaba los días en que hubo las vistas y no era como dijo de que no había nadie. Las vistas estaban llenas. Que no le hicieran caso a la gente era otra cosa porque la fábrica, una de las más contaminantes, era un proyecto plancha’o. La gente eufórica se pararon a aplaudirme, el alcalde desapareció, y yo curso seguido recité una poesía. “Llegué como poeta a una tierra sin letras. Llegué como pintora a una tierra sin color. Llegué cantando y me apagó la voz el espacio vacío. No hay como en el tiempo, tan efímero y fermento, las ansias del momento de querer dejar de ser un péndulo desprendido en el reloj del tiempo. Y aquí estoy, pensando, mirando, sobre un silencio y una piedra, en medio de mi pueblo y de la nada. Mil gracias al director de la biblioteca de la Politécnica en Hato Rey. Siempre estuvieron, y están, las puertas abiertas para mí en un espacio donde enganchar mis cuadros.”
Yo: Acabo de ver una película. Increíble esa hstoria, eso es un despertar para todo el que estaba presente. Joseph, ¿Cuál es tu herramienta favorita de trabajo? ¿Por qué?
Joseph: El oleo. Por que el tiempo en que uno espera ver la traslucides de la obra cuando se seca es el tiempo en que ese estado del inconsciencia va definiendo el proyecto. Se decodifica ese lenguaje universal sólo interpretado y traducido por el arte. Quiero saber qué me digo yo mismo por eso el oleo me da el espacio en la espera de su madurez.
Yo: ¿Vives de tu arte o como muchos has tenido que buscarte un "day job"?
Joseph: Ahora mismo vivo en un Rancho. En un terrenito que me dejó mi madre como herencia, ah y uso un perfume muy bueno de pacholi. Para esta semana termino la publicación de mi libro que se titula "Amnesia". He publicado otros libros como el anterior y subsecuente que son; "Cuando el Hambre Dejó de Existir", "Hadas", "Brujas y Yo", "Pon de Día y Pon de Noche", "La Belleza del Semen", "Lágrimas de Arena y Sal", "Anatomía de un Niño Maltratado", entre otros. Me voy por las calles a venderlos como el que vende aguacates. Sobrevivo de eso y de los cupones. Que más te puedo decir. No he vendido pinturas en buen tiempo. Lo último que hice fue una Santa Barbara de 7 pies en $800 dolares incluyendo materiales y enmarcado. La terminé en dos días por que estaba atrás como la cola del buey. Todavía la cosa no pinta rosa pero espero por lo menos vender unos cuantos libros a ver si tapo los rotos del techo de zinc que, aunque me parece nostálgico cuando llueve, se mojan las cosas dentro de la casa como dentro de mi alma. Otra cosa, prefiero recoger potes a someterme a trabajar en cualquier corporación que no paga ni beneficios ni mas de veinte horas. De hecho, vendí muy bien en la alzadita del aluminio con lo del conflicto de la guerra.
Yo: Acabo de ver otra película más. No sé si es mi mente visual que crea lo que tus palabras dicen, pero hasta el pacholí olí, y mi nariz no percibe olor desde el 2006. ¿Cómo llegaste al estilo que tienes figurativo-abstracto? ¿Te cansaste de la figura tradicional y cambiaste o cómo fue?
Joseph: Es algo mas orgánico, es la interpretación que yo, como ser inconsciente, sé traducir de lo que siento. No te puedo decir si fui yo o no el que quiso cambiarlo. Te dejo de mis primeras obras unas cuantas y de entremedio de los veinte años pintando luego la comparas tu con las ultimas. (Ver imágenes abajo)
Yo: ¿Cuáles son tus metas para tu futuro en las artes?
Joseph: Ahora estoy encajonado en mi lugar de vivienda como un cobito cansado de buscar la playa. Publicar libros, ir a las barras a escuchar música de vellonera y dormir borracho. Levantarme a ver si florecieron mis plantas y ver si encuentro donde las gallinas, listas como ellas solas, esconden los nidos.
Yo: ¿Te visualizas cruzando el charco para poner tu cara en la mirilla del arte internacional?
Joseph: Ya lo hice. Sin contactos y sin dinero viví seis meses en el maldito frió de Nueva York. Con mis pinturas a cuesta y mis papeles. Al final, gracias a las enseñanzas de mi padre en joyería pude conseguir un trabajo y poder vivir para pagar, como hacen todos los demás. Luego intente exhibiciones en mi apartamento, tuve dos o tres en cafés y galerías nuevas. Me cansé después de tres años y acá me vine a buscar mi hamaca para ver el mundo pasar. Las obscena ilusión de ser famoso por poco me lleva a no pintar arte sino pintar decoraciones.
Disculpa si he sido algo gráfico en las respuesta pero lo único intimo que tenemos es la muerte y peor es la muerte sin vivir que es la mentira de aparentar como en la sociedad en que vivimos. No estoy vencido por que el arte no es una lucha. Lo que es una lucha es sobrevivir en un mundo en el que el arte no se aprecia. Esta es la historia de una colonia.
Joseph, me has dejado boqui-abierto, pensé que hablarías con tus palabras, pero lo que escuché fueron los latidos de tu corazón. Sabía un poco de tí gracias a tu página en COA, pero debo admitir que lo que allí dice, no te hace justicia. Eres un artista de vocación. Vives tu arte a diario, y es algo que muchos deseamos. Además ejercitas plenamente nuestra Libertad de Expresión, lo cual es un mérito de todo buen artista. Por mi parte, agradezco que nos hayas permitido poner tu increíble trabajo aquí. Seguiremos con los ojos abiertos a ver lo que nos traes en el futuro.
Aquí algunas imágenes de los trabajos que Joseph nos regala (en orden de trayectoria):
Aquí les dejo con un trozo de uno de los escritos de Joseph para su deleite. ¡Disfruten!
Mis hijos,los hijos de tus hijos
Entre tanto las piedras murmuraban el suave roce de las gotas que traía el viento, para que suave sobre su piel se deslizaran por tan sólo un momento. Las hojas se aplastaban ellas solas, una sobre la otra sin que nadie interviniese en su proceso. Alguno que otro pájaro cantaba enseñando a las cosas que no se movían sobre como, entusiasmado, estaba buscando compañía. Los destellos de luz que podían penetrar en aquel bosque, exageradamente nutrido de follaje, parecían hilos de cuerdas de instrumentos indefinibles que como magia lanzaba alguna hada escondida. Un día se levantó de su meditación y caminó en el aire, o mas bien flotaba. Se asomó por el desfiladero que quedaba mirando al mar y observó. El humo de los carros y las fábricas, el movimiento caótico de la ciudad donde la gente se tropezaba unas con otras. Patrullas persiguiendo ladrones, ambulancia persiguiendo enfermos, hijos desamparando a sus padres inservibles en un asilo, y el camión de la basura recogiendo desperdicios. Una lágrima salió de un ojo como una pequeña esmeralda. La dejo caer por el desfiladero y ésta rodó y rodó. Uniendo a su paso cada átomo que encontró. La enorme bola que se formó era del grande mismo de la ciudad, entonces, antes de llegar a destruirlo todo, alzo la mano y dijo “si no fuera por eso como disfrutaría la belleza en la que vivo... con algo debo compararla” y la convirtió en polvo. La gente de la ciudad así padeció de enfermedades respiratorias y hubo mas movimiento y caos que nunca. Cerro la cortina de vegetación que lo separaba de aquella escena y se sentó en la misma piedra de antes, a unas pulgadas en el aire.
Para Ver más de Joseph, pueden ir [aquí].
***UPDATE***
Encontré a Joseph en Facebook, y ví que tiene más piezas así que aquí les traigo el link a su profile [link]. Además les estoy incluyendo algunas de las piezas que tiene allí que me llamaron mucho la atención.





