18 enero 2011

Creando en Análogo y Digital

Estaba a punto de cumplir mis doce años. Mi Señor Padre me había prometido llevarme al Cinema El Emperador en Ponce a ver Alladin como regalo de cumpleaños. Mi ansiedad me persiguió por varias semanas hasta que por fin, logré ver la película y reirme a carcajadas con la actuación vocal de Robin Williams (como el Genio). Como esa ocasión, puedo recordar muchas otras. Todas llevan un denominador en común: La animación 2D.


A mis 15 años cuando llegó Toy Story, me fascinó la película y continué mi camino como si nada, pero más tarde en mi vida, noté que la animación 2D ya no era tan frecuente. En aquel entonces, pensaba como muchos aún lo hacen, y creía que la animación 3D era menos válida desde el punto de vista artístico, pues eso lo hacía una computadora. Si, Pepe. Hoy día, creo que quizás es más complicado hacer una animación 3D que una tradicional, pero ese no es el punto de este artículo.

Cada día, con los avances en tecnología, nos vamos alejando aún más del placer de hacer las cosas con las manos. Suena contradictorio viniendo de alguien quien prefiere crear arte en una computadora, pero así es. Por eso mantengo siempre una libreta de dibujos y un lápiz o bolígrafo cerca.

Si vemos el mundo de la animación, vemos como cada vez son menos las películas (comerciales) de Animación 2D que se hacen. En los años 90, Disney tuvo su "época Renacentista" con la creación de múltiples éxitos taquilleros en animación 2D, pero una vez Pixar entró con su perfección matemática a la pantalla grande, se chavó el medio como se conocía hasta aquel entonces. Desde finales de los noventa  a finales de la primera década de los dos mil, todo apuntaba a que la animación 2D sería eradicada. Menciono a Disney, pues el Papá de los Pollitos, pero la historia fue similar en todos los estudios de animación.

No fue hasta que entró el Sr. John Lasseter a encargarse de los estudios de Animación de Disney y comenzaron a producir animación 2D nuevamente, que la cosa comenzó a balancearse. Primero con Enchated (principio y final de la película) y luego con The Princess and the Frog (Aún espero que hagan una para nosotros los "nenes", pero tener una hija me da permiso para ir a ver estas películas).

Pienso que el arte, al menos en el comienzo debe ser "análogo"/manual. Si el producto final es a computadora o cualquier otra herramienta que nos inventemos en el futuro, está bien, pero no debemos perder el control sobre nuestros talentos de la manera más básica.

Es por esto, que cuando estamos mecaniando una exposición de UNDOdigital, exhorto a los artistas a que hagan y presenten sus bocetos a lápiz/mano para visualizar y comprender sus conceptos. Creo que es una etapa de la creación artística que no debemos perder.

Crear directo a la computadora puede tornarse aún más complicado que si se tiene una idea preconcebida de lo que se busca (aunque no sea exacta o tan cerca a lo que se termina haciendo). Es por eso que hasta los mismos dioses de la animación en 3D, comienzan todo a mano. Los diseños de personajes, escenografías, atuendos, accesorios, etc... Todo lo diseñan a mano y luego lo crean en sus computadoras.



No debemos cogerle miedo a usar el lápiz como primer frente de la creación artística, de igual manera que no debemos mostrarle nuestro miedo a ese monitor que nos mira, esperando que creemos algo para el mostrar. Después de todo, esa colaboración solitaria entre mano y computadora, podría traducirse a unos medios mixtos excelentes.

Video de proceso creativo por Von Glitschka. Pueden ver su artículo original [aquí]


Rick Lipsett es fundador y artista de UNDOdigital;
colectivo/comunidad de Artistas Digitales
Puertorriqueños. Fanático de blogs, redes sociales
Del Eses. Encuéntralo en Twitter como: @ricklipsett.

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