3/01/2011
Rick Lipsett
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| Foto por eliehernandez en Flickr El enemigo número uno de cualquier artista. Ok. Quizás no es el número uno, pero debe estar allá arriba en los primeros tres. Verán, La indiferencia se traduce a muchas cosas, de las cuales, ninguna beneficia a nadie. Comenzemos. |
Están robándole el dinero a la señora de al lado tuyo en la AMA, pero dices: "Eso no es conmigo" y sigues tu vida. Un desquiciado pedófilo, hizo barbaridades con los hijos del vecino, pero "Gracias a Dios no fueron los míos" y sigues como si nada. O se nos viene el país abajo, pero eres artista y prefieres mirar para otro lado y seguir haciendo lo que sea, que no tenga que ver con la situación.
Aunque todos debemos tener algo de rebeldes dentro de nosotros, por motivos de la salud mental, muchos simplemente deciden que no es con ellos y siguen su camino. La indiferencia no es siempre tan radical como los ejemplos que acabo de mencionar. También hay casos menos graves, pero igualmente perjudiciales para todos.
Digamos que surge una convocatoria para artistas de Puerto Rico exponer en Paris. Dentro de los requisitos, hay como 150 papeles y permisos que hay que buscar y sólo hay tres espacios disponibles. Puedes estar seguro que se llenarán los espacios, pero sería bueno saber cuántos sometieron el papeleo. De seguro muchos no serían. Verán, muchos artistas tienen un aura de "Que lo haga otro" refiriéndose al prójimo, al líder, al amigo, a su Mamá. Sabrá Dios a quien. Mientras las oportunidades les pasan por la carita, y no hacen nada. Esa es la peor de las indiferencias. Esa es la auto-indiferencia.
En mi carrera como artista, la cual apenas comienza, me he topado con algunos de esos ejemplos. Sin embargo se me presentan antónimos que luchan y ponen su vida en la mirilla para salir adelante. Voy a dar unos ejemplos: EKC-Four, Gerardo Cloquell, Pedro Torres, Alexis Bousquet y Celso González. Algunos son amigos cercanos y otros colegas Artistas. Todos pelean por su vida por obtener las oportunidades que roncean por frente a ellos. Y si no ven las oportunidades, las crean. Ese instinto combatiente es el que logra que su talento sea expuesto y reconocido. Son ejemplos a seguir.
La indiferencia por lo que les pasa a los demás, la indiferencia por lo que le afecta a nuestro entorno, y la auto-indiferencia son Enemigos con E mayúscula que destrozan la carrera y vida del que sea.
Ahora, levántate de esa silla. Deja de leer esto y ponte a trabajar por tus metas. Saca a flote tus sueños. AHORA.
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