Divulgando Identidades Secretas

La multitud me recibió riendo. Me pareció curioso que todos los presentes echaran carcajadas al aire, y tuve que mirar rápido a las paredes a ver qué provocaba ese humor. De manera inmediata, ingresé en aquella fraternidad de la risa y solté mis Ja Jás como los demás que visitaban Identidades Secretas en Galería Yemeyá.

Si venías cargando con el estrés del día, Aslan y Omar Baluchi se encargaron de espantar al mono que llevabas trepado en los hombros de una manera muy peculiar. Cada pieza de arte creada, cargaba con un humor innato que todos percibían tan pronto entraban en la galería. Además, si en algún momento eras fanático de los cómics, te podías sentir muy identificado en las escenas de Baluchi, mientras te burlabas de tus héroes en las escenas de Aslan. Siendo fanático de cómics desde muy temprano en mi vida, la identificación con aquellas piezas fue muy intensa para mí.

Pude apreciar el rol de maestro que, nosotros los fanáticos de cómics, le otorgamos a ese paquín. Como nuestra vida se amoldeaba (o aún se amoldea) a las enseñanzas de ese librito.

Es ver cómo queríamos ser vistos. Darnos cuenta que queríamos y queremos ser el salvador de alguien. Ponernos nuestras capas, y volar al rescate del prójimo. Imagino que Baluchi quería, que el observador revelara su identidad secreta, al ver su obra, de la misma manera que el lo hizo al crearlas.

Yo, sin darme cuenta, así lo hice. De repente todos me observaban, pues mi ropa había desaparecido, y en su vez llevaba puesto el uniforme de Súper Héroe que siempre imaginé para mí, desde pequeño al leer historias de Supermán.

 

En el momento en que comencé a ver las piezas de Aslan, mis carcajadas ya frecuentes, subieron de volumen.

Mi risotada contagiaba a los presentes y todos fuimos; pieza por pieza, a reirnos de la cotidianidad en que Aslan había puesto a nuestros héroes idolatrados de los comics. El Kotex de la Mujer Maravilla, los pinchos de Wolverine, la lavadora de Flash, la regadera de Storm y hasta el "spring cleaning" del Hulk. El estilo de Aslan pegó muy bien con el tema cotidiano que presentaba.

Aquella visita de Obama (refrán que sustituye a la visita de médico, que tanto decíamos en el pasado) que le hice a Yemayá el pasado jueves fue muy fructífera. Logré relajarme, mientras compartí con amigos y aprecié arte. Fue un ratito bien invertido para mi sanidad y de seguro, muchos otros recibieron su terapia de humor ese jueves 16 de junio del 2011.

Mis felicitaciones a Yemayá, Aslan y Omar Baluchi por tan excelente entrega. Como es usual en los comics y en las películas de éstos, ansiosamente espero ya la secuela, para recibir terapia en otro jueves estrésico.

Rick Lipsett es fundador y artista de UNDOdigital; colectivo/comunidad de Artistas Digitales Puertorriqueños. Fanático de blogs, redes sociales y Del Eses. Encuéntralo en Twitter como: @ricklipsett.

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